Nos podemos plantear el siguiente escenario: estamos jugando a la ruleta y vemos que la bola tiene intenci?n de pararse en una parte de la ruleta en la que no aparecen los n?meros que estamos jugando. El riesgo de perder es m?s alto de lo que nos gustar?a. No pasa nada, sobornamos al croupier y cambiamos las fichas de sitio para colocarlas en la zona de alta probabilidad. Ahora bien,